samedi 6 juin 2009

Camino del Norte sexta etapa

OLOT-BEGET
Esta etapa, me gustaría dedicarla a un amigo que, a los 11 años, tuvo que irse andando, con su familia,  a Francia en aquel invierno tan frío del 39 que vió la derrota de los  republicanos frente a las tropas franquistas. El vivía cerca de Olot nunca volvió a vivir en España pero siguió luchando por un mundo mejor.

Hoy  somos tambien muchos, los de siempre y algunas caras nuevas, a participar a esta sexta etapa que empieza a la salida de Olot y como siempre, al dejar una ciudad, por pequeña que sea, toca asfalto; del otro lado de la carretera se extiende el marcado del sábado , ropa y fruta. Poco despues cogemos una carretera cimentada que sustituye  poco a poco  lo construido por campos luego llega el momento de coger la pista, es otra cosa, pisar tierra! A lo lejos a la derecha, la iglesia de San Martí con  su campanario  que destaca sobre el verde de los arboles del monte.  De vez en cuando , en el camino, encontramos unas casas aisladas, muy bonitas que se ven cuidadas, las masías y toca al mismo tiempo los olores del campo. El camino sube , el sol tambien en altura y temperatura y los ultimos metros antes de llegar a Can Joncars son durillos pero con posibilidad cde contemplar cuando la vegetación es menos densa un panorama de los mas bonitos de la alta Garrotxa. Cal Joncars aparece a la vuelta del camino, la contornamos para buscarse un poco de sombra y lugar para sentarse y comerse algo. Del otro lado del camino, las violetas ponen su  toque de color primaveral  a la tierra del talud. No sé si es por el hecho de "perderse" en la quinta etapa pero hoy todo el mundo está muy atento a las indicaciones y a buscar las señales del GR. Falta todavía un poco para llegar al punto más alto de esta subida, el puerto de Passaserres , aqui la marca del GR-83 en una roca señala por donde vamos a empezar a bajar: por un camino bien trazado, ancho y facil entre encinas, pinos y boj y al final llegamos al monolito con su cruz  de templarios donde nos espera la furgo. 
Toca carretera otra vez hasta el Hostal  de la Vall del Bac y ahí cruce de caminos y de dudas pero decidimos seguir por lo que parece más lógico y unos metros despues encontramos  marca, el puente estrechito llega justo en frente de la puerta de la antigua escuela , el sendero tambien estrechito a lo largo de la riera algunas partes con zarzas no parece lugar de mucho transito, nos lleva a un molino , casa restaurada de donde vamosa empezar la parte más bonita de la etapa, penetramos en el bosque, subimos y bajamos por esta senda donde están floreciendo   las herbas fetgeres o hierba del hígado (la parte más bonita para nosotros hoy pero seguro que la más dura para todas las personas que tuvieron que tomar el camino del exilio). De vez en cuando un elemento natural como el tronco que se inclina sobre  camino lleva una marca .
Al salir del bosque, se sigue subiendo pero de forma bastante suave, aparecen marcas de todo tipo , la S azul con su puntito nos tiene intrigados pero da la idea del  juego del peaje cuando topamos con una casa en ruinas y que el camino está cerrado por una cadena de hierro. Pasa quien puede decir palabra de comer o beber que empiecen por "s" y se acepta cualquier idioma ,  todo el mundo ya con ganas suelta la palabra mágica. No hace tanto calor, hay sombra a ratos y el prado donde vamos a comer no está muy lejos, pero hay que buscar y mirar donde sentarse, por las boñigas  que hay y que luego Rafa piensa recoger para el abono. Para saludar la  primavera , circula la bota de vino , algunos cantan y la energía brota para el  juego de la manta, salta, salta por los aires!! 
Pero tenemos que acabar nuestro recorrido y vamos bajando por otro prado, luego ya se pone el camino más silvestre, el contacto con la naturaleza se hace más estrecho cuando se abrazan unos troncos fuertes  al bajar  o cuando desgraciadamente se tropieza como Nuria que se tuerce el tobillo y tiene el tobillo bastante hinchado cuando paramos pero va a seguir hasta el final pasamos por una casa  aislada antes de llegar a una parte más despejada, la de can Bolasell donde los alrededores de la casa planos con hierba invitan a tumbarse un rato antes de seguir bajando hasta el río, ver sus cascadas  y movimientos y volver a encontrar una carretera , la que lleva a Beget. Justo antes de la entrada al pueblo se recupera un camino de tierra paralelo al río, mejor para llegar directamente al corazón del pueblo, un pueblo muy bonito y arreglado con su iglesia románica, los arcos de sus puentes  y unos bancos para disfrutar del paisaje.
Lo que no puede faltar al final de la aventura de hoy es la cerveza bien fresca a la terraza del bar del pueblo y poner fecha para la séptima etapa.

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