dimanche 7 juin 2009

Camino del Norte séptima etapa

BEGET-PRATS DE MOLLÓ



A pesar de las subidas y bajadas que nos esperan (desnivel de 600m pero se tiene que subir-bajar dos veces), somos muchos para esta  etapa, entre España y Francia. Se ven algunas caras nuevas, se vienen con nosotros Esteban y Simón su hijo, Isidro que son de los que  recuperaron el camino del exilio, falta Ángel que tenia otro compromiso.
Vamos a salir del pueblo por ese camino medio escondido arriba cerca del hotel y nos damos cuenta rápido que el  sendero con sus piedras, lleno de  tomillo ,que pasa entre el boj y los arboles está bien empinado luego la vegetación se  va haciendo menos densa y se puede echar un vistazo sobre el pueblo que queda abajo , todo esto con unas paradas para que no resulte tan dura esta subida . Luego se ven partes  más despejadas, campos y herbazales .
Al final de toda esta cuesta, se llega a un  oratorio,  y al cruce de los caminos, por un lado la carretera que va a can França  y del otro lado  sube nuestro sendero que se hace más ancho, más cómodo , solo de tierra sin piedras  con algo de sombra que se agradece cuando el sol empieza a quemar un poco, sólo estamos a 25 minutos del puerto de Malrem por donde pasaron en enero-febrero del 39 un raudal de 100000 personas huyendo del franquismo. Aprovecho para poner aquí lo que me ha contado Esteban sobre aquel periodo: en las casas fronterizas, se solía avisar por señales de  luz de los peligros o proximidad de la guardia civil o si al contrario podían acercarse los que luchaban. Cuando se supo del sistema, se prohibió a todas estas casas encender la luz, debián quedarse a oscuras y cualquier persona que no respetaba la interdicción podía tener problemas gordos.
Nos vienen a acoger Isabelle y otro hombre del grupo Els amics del camí del Nord de Lamanère  y con ellos vamos a llegar al alambre y al hito que señala la frontera entre Francia y España, se juntan tambien otras mujeres del grupo francès  y claro, después de una foto para recordar el encuentro , empezamos a bajar hacia Lamanère , de nuevo es bosque donde nos muestran los del pueblo las gencianas azules ,  flores típicas de esta zona de montaña . Un poco más lejos, después de la cascada y de la lengua rocosa y enorme que le hace companía, empezamos a ver rocas rojizas cuyo color tiene que ver con las minas de los alrededores ; de las minas tambien viene el nombre del pueblo (Lamenera en catalán). Nos cuenta Isabelle que la región tuvo su momento de prosperidad con las minas, el plomo argentífero , el hierro y luego el mineral que venía de África era más barato y provocó el cierre de las minas . Otra cosa que tuvo su momento de gloria fue la fabricación de las alpargatas  que paró definitivamente en los años 80. La llegada al pueblo es sobre la una de la tarde, llovizna, nos acogen  con un aperitivo los dels Amics  y con el regalo para Esteban que cumple años. Algunas nos escapamos un momentito para ir a ver la escultura que Roger Brûlé, un escultor instalado en el pueblo ha hecho con motivo del 70º aniversario de la Retirada. Tenemos que reanudar la caminata para ir a comer al ermitaje de Notre Dame du Coral, se trata de  subir por un camino ancho al principio y que se va estrechando, alfombra de hojas secas de robles que dan ganas de tumbarse pero otra vez viene la lluvia  cuando por suerte , estamos cerca del ermitaje. La pareja que lleva la casa  rural nos invita a ponernos en el comedor. Momento de recordar la fiesta del libro del día anterior, para postre algunos tienen poemas o textos que regalar a la asistencia. 
De nuevo, una alusión al pasado de parte del responsable del lugar, es nieto de un Español de  Gandía que se refugió en Francia , ayudó en la Résistance, pero su abuelo tuvo que aguentar después de la guerra , a pesar de su compromiso, el racismo. de muchos.  
Queda por hacer algo de camino hasta Prats si queremos llegar antes del final de la tarde, tenemos que  seguir,   esta parte es más campestre, algo de bosques antes de pasar por prados y casi tocar las vacas, corta el camino la carretera al puerto de la Guilla, este baja sin mucha señal pero lo importante es bajar en dirección al pueblo y muy pronto  lo vemos en el fondo del valle con el fuerte Lagarde vigilando. Son pasadas las 6 cuando alcanzamos la entrada del pueblo. Una etapa que se acaba como de costumbre delante de una cerveza fresca . Son las 7h , todavía hay luz y es primavera, fantástica etapa!

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